viernes, 26 de noviembre de 2010

Rincones inexplorados: Encuentro con Ánima

Capitulo 7



No podía quitarme de la cabeza la escena que acababa de vivir. No era la primera vez que veía la muerte de un ser de una forma violenta, pero nunca antes había visto un dominio tan virtuoso de un arma de fuego. Anderson la desenfundó con una gracia semblante a la de un espadachín experto y sus disparos fueron certeros como los de un arquero inglés. Sin embargo esa admiración no paso desapercibida por los veteranos ojos de Anderson, que a mi lado parecía un viejo héroe de guerra.



-No han sido malos disparos, señor –dijo Anderson permitiéndose una sonrisa condescendiente-



- Lo mejor de todo es que a mí ni me ha dado tiempo de cargar mi Vindicator. ¿Dónde has aprendido a disparar así?



-Señor, en la liberación de Shanxi aprendí muchas cosas.



Hubo una incómoda pausa. Pude observar como en los marchitos ojos de Anderson se

rememoraba una sangrienta batalla.



-Aprendí nobleza, disciplina, valor. Aprendí también como ciertos valores de un soldado son innatos. La lealtad es uno de ellos.



-Lo siento Anderson, no quería…



- no se preocupe señor; recordar viejas heridas previenen a las nuevas de aparecer.



En ese momento, no sé por qué, sentí como un reconfortante sentimiento recorrió mi cuerpo; el mismo sentimiento que tiene un niño ante el abrazo de un padre cariñoso. Pese a tener solo 15 años más que yo, había vivido más que cien hombres en dos vidas. En ese mismo instante comprendí que tenerle a bordo sería una de las mejores decisiones que habría tomado en mi corta vida.



-Señor, los rapaces se ocuparan de los cuerpos y los saqueadores de sus pertenencias. No podemos quedarnos aquí.



-Cierto. Sofía nos espera en la sala VIP del Afterlife.



Estábamos a tan solo diez minutos caminando de la entrada del Afterlife. No obstante estuve nervioso todo el camino. Tenía una extraña sensación, como si algo estuviese a punto de salir mal. No había llegado a ser Prelado Dominante sin haber tenido unos instintos finos y una “visión empresarial” desarrollada.



Al llegar a la puerta de la discoteca de mala muerte de Omega nos encontramos un gorila de dos metros y medio de altura y con una musculatura muy desarrollada.



Pertenecía a la casta de los Kaler, grandes alienígenas bípedos que se limitaban a aparecer por los sistemas exteriores solo cuando tienen negocios importantes. No obstante, aquel parecía ser un freelancer, Kaler exiliados por traición que intentan ganarse a vida con lo único que se les da bien: Protección y ejército.



-Vamos, déjame entrar… -se escucho a lo lejos como un humano le decía al Kaler-



-No vas a pasar a menos que pagues 200 créditos.



-¡¿200 créditos?! ¿A quien le has hecho pagar esa cantidad para entrar?



-A nadie, pero tú eres especial.



Poco a poco, la conversación se fue difuminando conforme Anderson y yo nos alejábamos de la puerta principal. La entrada VIP se encontraba justo en los callejones más oscuros del emporio, pero sorprendentemente hasta los criminales más osados habían aprendido a respetar aquel páramo. Mientras cruzábamos la puerta de los emporios por mi mente cruzaban cual balas pensamientos aleatorios. Quería irme de Omega; no era mi sitio y no pretendía que lo fuese. Quería reunirme con Sofía y acabar con el negocio lo antes posible. Aunque, todo sea dicho, no iba a ser fácil y tenía un presupuesto muy limitado. Las riquezas dejadas atrás en la Tierra ahora me vendrían extremadamente bien, pero conociendo a mí esposa ya se lo habrá gastado todo.



“Muchas veces sufro por ellos, incluso demasiadas. Ya no son nada mio, ya no son parte de mi vida”



Tenía que purgar mi mente de pensamientos y afinar mis reflejos y carisma al máximo. Si las historias que contaban acerca de Sofía eran ciertas seria una negociación muy reñida, incluso si Anderson pertenecía a mi lado todo el tiempo.



Sofía era una mercenaria de elite, más parecida a una asesina imperial que a una persona que vendía sus habilidades. Tenía muchas virtudes para con su profesión. Era preciosa, sensual, letal y rica; y aun así no conozco a persona capaz de zafarse de la autoridad con más facilidad que ella. Según los rumores y registros de mi nave, ella sirvió como agente Terrante bajo mi mando varias veces, en aquellos tiempos en los que todavía le ponían mi nombre a nuevas naves importantes. Las misiones que siempre le encomendábamos eran extremadamente peligrosas, con una posibilidad de defunción del 38%. Para ella no, para ella era siempre del 0%. Entre los círculos más internos de poder la llamábamos “La Ánima”; y así equipo “Los Fantasmas”. Todos los fantasmas aceptaban la autoridad de Sofía sin rechistar, y éstos no obedecían a nadie más.



Hubo un día en que los altos cargos militares se cansaron de estar utilizando a Sofía. Alegaban que era incontrolable, y que solamente respondía ante el dinero. Para ella la lealtad no significaba nada más que un cheque con muchos ceros. Y ahora, la misma persona que había autorizado el exterminio del equipo “Fantasma” iba a volver a necesitar sus servicios.



Por primera vez en mi vida, sentía respeto por una persona que no había ni conocido.

La entrada VIP del Afterlife se componía de unas escaleras coronada por una gran puerta doble llena de suciedad y agujeros de balas. A la derecha de la puerta doble se situaba un fornido guardia Katar armado hasta los dientes. Contaba con una Avenger militar de la serie K y una pistola Mantifex M98. A parte de que la actitud Katar de poca sociabilidad, los guardias de salones de noche y, sobretodo en Omega, se los entrenaba para que tuviesen conversaciones concisas y rápidas. Así se evitaba la muestra de debilidad por parte del guardia.



-¿Quiénes sois?



-Somos Salomó y Anderson. Tenemos invitación.



-¿Estáis seguros? A mí no me han dicho nada



Hubo una pequeña pausa en la que el guardia comprobaba su pad de datos holográfico con la esperanza de evitar una confrontación y dejarnos pasar. En nuestros rostros se debía notar la “predisposición” por nuestra parte de pasar a la zona VIP de forma violenta si así lo requería la situación. No estaba dispuesto a renunciar a la tan importante cita que nos aguardaba.



-Lo siento, pero aquí no me consta ninguna entrada inusual a la zona VIP. Os recomiendo la sala de abajo, seguro que encontráis algo de vuestro agrado.



-¿Seguro que a Ánima le gustaría que sus dos invitados la hagan esperar por culpa de un guardia que no conoce el significado de autoridad?



-¿¡Ánima?!



-Sofía –dije a modo de aclaración-.



La cara del Katar cambión en una fracción de segundo hacia un gesto de arrepentimiento y de vergüenza.



-Lo siento, señores. Pueden pasar ahora mismo –dijo mientras abría la puerta con celeridad mientras su pad holográfico tintineaba-.



-Procura que no vuelva a pasar, despojo.



Tras ese insulto final Anderson acarició su Revolver pesado mientras lanzaba una mirada amenazante al guardia. Las palabras de Khoral que lanzó al aire justo después de cerrar el trato con un decisivo apretón de manos rondaron mi cabeza una fracción de segundo: “ese hombre sabe cómo hacer que las cosas se hagan”. Cada momento que pasaba agradecía a Anderson su presencia.



La sala VIP del Afterlife no se parecía en nada a la sala común en las que las jóvenes y longevas Makar prostituían su cuerpo haciéndolo bailar con la gracilidad del agua. En el lugar en el que estaba las señoritas de compañía eran humanas, siendo éstas consideradas las más sexys de la comunidad galáctica.

De todas las siluetas gozosas del lugar había una tranquila, vigilante y al acecho que destacaba sobre todas las demás. Era Ánima, que se aposentaba sobre una mesa privada junto a dos de sus Fantasmas. En aquel momento y sin darme cuenta mi mano recorrió un camino familiar hacia mi pernera, donde siempre guardaba mi cuchillo de combate junto a la pistola plegada, que el guardia no había sido capaz de confiscarla.



Ánima giró la cabeza frente al aviso de uno de sus fantasmas. Ninguno de los dos era humano. El que la aviso contaba con una complexión atlética, pero no corpulenta. Llevaba todas sus armas encima; armas que no supe reconocer. El otro tenía aspecto de ser el apoyo pesado del equipo, que aunque no llevaba encima su arma, tenia brazos de artillero.



Un tercer fantasma surgió de la sombra, justo detrás de nosotros y se dirigió carismáticamente a mí con una educación exquisita.



-Señor Salomó, Sofía la está esperando pacientemente desde hace una hora. No ha debido llegar tarde.



-No ha sido culpa nuestra señor…



-No necesita saber mi nombre. Ya sé que no ha sido culpa suya; nos aseguraremos de que el guardia de la entrada no se le ocurra volver a hacer esperar a uno de los jefes de la sala VIP.



“¿Jefa de la sala VIP? A Ánima las cosas le habían ido bien desde la persecución en las salas del consejo militante de la Tierra.”



-Si tienen la amabilidad de acompañarle, le hemos preparado una silla junto a la mesa de Sofía.



-¿Ánima se acuerda del pequeño altercado que hubo en su contra por parte del consejo terrestre?



-Créame, señor Salomó, que vive con eso.



A lo lejos observé como una silueta encendía su pad de datos holográfico y dictaba ciertas órdenes a través de él. La persona que nos acompañaba las recibió al instante e insistió en que fuésemos lo antes posible. Ánima no era famosa por su paciencia infinita.



Mientras Anderson y yo nos acercábamos a las miradas de los dos fantasmas convergieron en nuestras armas. Al contrario que en la mansión de Khoral los escáneres biométricos no eran necesarios en esa situación. La percepción de mis anfitriones era más que suficiente para detectar la más mínima anomalía. Con un rápido gesto, tanto mi pistola como mi cuchillo desaparecieron de mis perneras.



-No hay razón para desconfiar de la persona que te brindará una nueva oportunidad, Salo.



-¿Salo? ¿Hay alguna razón para que me llames así?



-Por supuesto. Me sorprende que habiendo sido uno de los que me desterraron de la tierra, no te acuerdes de mi, hermano.



Una risa ahogada surgió de los labios de “bien hallada” hermana al ver mi cara de estupefacción. Este hecho acababa de cambiar el curso de mi viaje de una manera emocionante.


viernes, 19 de noviembre de 2010

Rincones Inexplorados: Problemas en Omega

Capitulo 6

Al salir de la grandiosa mansión de Khoral y, por asi decirlo, con su pleitesía de contactar con Sofia para poder contratar una tripulación para mi nave me dirigí hacia el Afterlife, el club que antes me había nombrado. La red de RapidTrans no era nada parecida a la que podía haber en la tierra, con grandes subcontratistas y una eficacia del 100%. En el planeta terrestre podias ir de un continente a otro en un tiempo record. No obstante en Omega era difícil encontrar un bahía de transporte pero Khoral se las había ingeniado (seguramente con uan generosa suma de dinero) para instalar una bahía de transporte justo enfrente de su casa (todo un lujo, cabe decir). Khoral me había ofrecido llevarme a Anderson, un experimentado veterano de guerra que había luchado en la conquista de Shanxi, codo con codo con Khoral. Aquel sicario era capaz de, perfectamente, comandar una flota él solo. Volviendo a los tiempos de la guerra del primer contacto, Anderson fue uno de los almirantes corsarios más emblemáticos del ejército de la confederación de sistemas gubernamentales.

..-ENTRADA DEL CODICE-..
Confederación de Sistemas Gubernamentales: Cuando la tierra convergió en un principio con la existencia de ejércitos alienígenas tuvo la necesidad de crear un cuerpo supra militar con la estructura de los antiguos marines estadounidenses. En un principio, la CSG no tuvo una recepción muy popular entre los países gobernantes (Estados Unidos, Europa y la Unión Asiática) ya que, en un principio, se tenía que destinar entre todos los países un 12% de PIB para poder financiar una flota inicial lo suficientemente potente como para poder hacer frente a la acuciante necesidad de potencia militar. En 50 años, la flota de la CSG se convirtió en una fuerza a tener en cuenta por el Consejo Galáctico, a lo que ellos respondieron emitiendo el tratado de Fuerzas Militares Controlado. Tras la refriega de Shanxi, la CSG gano suficiente confianza entre todos los países del mundo, dando éstos su aprobación para que se crease el parlamento de la CSG; donde se le podía dar representación política a este órgano.

Sin embargo, pese a la insistencia de Khoral, yo era reticente a poner los mandos de mi nave a alguien que no conocía. Me había insistido en que la lealtad de este hombre era inquebrantable (siempre que se le pagase adecuadamente, claro). Aprecié en gesto de un buen amigo, como lo podía ser Khoral, pero en ese momento no supe donde me estaba metiendo, siendo esa una de las peores decisiones que tomé en mi periplo.

Sin darle mayor importancia, iba acompañado por un gorila de dos metros, humano, y con un temperamento muy variable. Era un militar de cabo a rabo, sin ningún tipo de complicación a la hora de disparar a un hombre. Contaba con un temple frio, estable, poderoso, capaz de intimidar a la mayoría de seres de esta galaxia. No obstante era un hombre de pocas palabras que no hubiese servido como oficial de tierra en una confrontación directa con los Katar (teniendo éstos a un cuerpo de oficiales muy convincente). Con mentalidad militar, su respuesta a mis peticiones eran siempre “Si señor”, como mandaba el protocolo habitual en el cuerpo de la CSG.

Mientras llegaba al Afterlife tuve mi primer altercado importante en Omega, con hasta tiros de por medio. Los mercados de Omega se caracterizaban por ser extremadamente clandestinos. Cualquier comerciante honesto que pusiese aranceles “correctos” era linchado por una banda de matones de la banda local. No se permitia poner precios más bajos que Herratius, el líder del emporio de Omega en aquel sector del asteroide. Como era de costumbre, mientras inspeccionábamos el emporio hubo una redada por parte de la Manada Sangrienta, aquellos que se autodenominaban el músculo que mueve la estación espacial. Casualmente, el tendero conocía de algo a Anderson –seguramente de una de las muchas redadas que le han hecho a ese pobre diablo- y esbozó un ahogado grito de socorro hacia nuestra dirección. Cual rayo de Thor los atacantes se dirigieron hacia nosotros.

Las tropas de la Manada Sangrienta están sorprendentemente bien organizadas. Cuenta con un líder de grupo, que suele ser un Hombrínido. Éste suele ejercer sobre los otros integrantes del grupo, que suelen estar conformados por siete u ocho soldados, una autoridad inquebrantable, seguramente debido a su gran fuerza y tamaño. Cierto es, también, que la infantería de línea que conforma el grueso de esa banda criminal se podrían considerar más despojos de una raza inteligente que una raza en sí. No obstante son bien conocidos por su resistencia a heridas y tóxicos en el ambiente. Hacen la trinidad perfecta: estupidez, resistencia y obediencia.

Cuando llegaron a nuestra posición entablaron combate directamente sin ni siquiera preguntar. Afortunadamente Anderson y yo ya habíamos tomado posiciones tras unos parapetos altos en un callejón de Omega. Una Vindicator cargada y un parapeto de medio metro no pararían a un hombrínido cargando a toda velocidad.

No estoy seguro por qué, pero en ese mismo instante se me vino a la cabeza un cartel publicitario anunciando la Vindicator y la Carnifex de Citadel Risk Control (una conocida licencia de armas). En el cartel se podía ver como un hombrínido cargaba a toda velocidad contra el fotógrafo y bajo éste decía: “¿No te gustaría llevar encima una carnifex cargada?”

El combate se desarrolló en unos pocos segundos. Muy fugazmente, Anderson desenfundó una Mako m16, un revolver militar de gran calibre capaz de atravesar las más gruesas piles y armaduras. Fueron tres disparos, tres certeros disparos y el hombrínido cayó. Sin embargo este antes de morir fue capaz de esbozar una sonrisa y decir, con un pie en la tumba, “si no te mato yo, asqueroso humano, lo hará cualquiera de mis hermanos”. No pasaron más de dos segundos cuando su garganta se llenó de un líquido liliáceo espeso y denso. Su propia sangre.

Las cosas se habían torcido mucho más de lo esperado. Aquella refriega no fue para nada problemática ya que, al morir su jefe de grupo, los siete u ocho integrantes del grupo huyeron despavoridos ante la humeante pistola de Anderson. Éste se había ganado mi confianza “a hierro caliente” como suelen decir los marines de los estados unidos de América. Quizás, al fin y al cabo, sin que fuese merecedor del puesto de segundo al mando en mi DarkStar One. Pero eso solo lo veríamos con el tiempo.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Rincones Inexplorados: El trato parte 2


Capítulo 5



La ambientación de la casa de Khoral era extremadamente extraña. Antaño fue mercenario en las guerras del Kofín Negro, en los que luchó repetidamente con “gloria y honor”.



Aquella guerra fue una farsa por parte de los políticos humanos más conservadores, como el embajador Cánovas del Castillo, líder del partido Tierra Unida. Esos grandes mandatarios de las altas esferas vieron una oportunidad económica en la conquista de Shanxi, la colonia Kataran más cercana. Aquella guerra fue el primer levantamiento de armas en contra de una raza alienígena alegando la pertenencia de la colonia al espacio humano. Ese conflicto a pequeña escala fue apodado como “guerra del primer contacto” por los humanos, y “incidente de colonia 303” por los Kataran.



..-ENTRADAS DEL CÓDICE-..



Kataran: Los kataran son una raza alienígena descubierta por la primeriza tierra en el año 2077E del nuevo régimen mundial. Caracterizados por su extrema lealtad, disciplina militar y sentido del deber y del honor son más parecidos a un estado militante que a una raza en si. Apodados por los xenohistoriadores como “Los nuevos Romanos” por su carácter belicista, ellos solos conforman el 43% de la flota de defensa interespacial de la zona de influencia galáctica. Junto a las Makar y a los Tritios conforman el gobierno actual en un consejo formado hace más de 5000 años; mucho antes de que la tierra fuese partidaria de participar en affaires políticos. Aunque se dice que las relaciones diplomáticas entre Kataran y humanos es cordial y civilizada, siempre han sido algo frías desde la guerra del primer contacto.


Guerra del primer contacto: sucedida en el año 2077E ha sido uno de los conflictos más sangrientos a los que se ha tenido que enfrentar la raza humana desde hace décadas. Nos situamos en la colonia Shanxi en manos de los Kataran. A primera hora de la mañana el líder de Tierra Unida autorizó una movilización total de las fuerzas humanas para reclamar la colonia Kataran en lo más profundo de los Confines Humanos. La colonia pertenecia a los Kataran antes incluso de que los humanos saliesen de su mundo de origen (La Sagrada Tierra), así que como muchos xenobiologos la culpa fue nuestra. El ataque fue rápido y contundente. La flota del Almirante Hackett aplasto la resistencia planetaria Kataran sin gran esfuerzo, pensando que esa sería el grueso de las fuerzas militares. Poco tiempo después el famoso almirante Kataran Sidonis se preparó para lanzar la contra ofensiva que destruiría la flota humana sin posibilidad de recuperarse, para luego marchar hacia la tierra. No obstante el Consejo Galáctico pacificó tanto a las fuerzas armadas humanas como Kataran para evitar una gran ofensiva. A día de hoy las diferencias no están saldadas pero la colonia sigue en manos humanas.



Al ser Khoral uno de los mercenarios contratados por la flota Humana (en el conflicto llamados Corsarios) su personalidad quedo muy trastocada después de ello, convirtiéndose así en uno de los jefes criminales más aclamados en Omega.



Al avanzar por la casa encontré grandes colecciones de arte Kataran y Makar, siendo éstas muy caras y completas. Nunca había sido un gran admirador de arte pero cabe decir que me dejó gratamente sorprendido que una persona del calibre de Khoral apreciara un arte tan abstracto. Las salas contenían, aparte de grandes obras de arte famosas, una ambientación victoriana, muy parecida a la que se presentaba en la arquitectura. No obstante tampoco me detuve mucho a admirar la ambientación ya que la Khoral, pese a ser un joven “emprendedor” no era conocido por su paciencia.



-Señor Salomó, el señor Khoral le espera en su despacho. Tiene plena autorización a entrar en todas las habitaciones de la casa, incluida la estancia privada del señor.



-Gracias Katerine, lo tendré en cuenta –respondí con una voz carraspeante-. ¿Hay algo más que deba saber?



-En absoluto; si tiene los credenciales apropiados para el trato no debería haber

ningún problema.



Si bien estaba nervioso por el trato millonario que estaba punto de hacer, algo en mi me decía que todo saldría bien. Al fin y al cabo, en Omega todo sale bien.







Al entrar en la habitación privada de Khoral fui sorprendido por unos hombres y un escáner. La “limpieza”, como lo llamaban las fuerzas de seguridad en Omega, se llevaba a cabo como protocolo establecido por los señores criminales antes de entablar una conversación con cualquier persona, sea extraño o familiar.



-Alto señor, el protocolo me exige escanearle.



-Inténtalo y verás como yo mismo escaneo el interior de tu colon.



-Tranquilízate Salo –dijo Korhal desde la comodidad de su butaca de cuero del s.XVIII- solo hacen su trabajo.



-¿Ya no te acuerdas de mí, o qué? ¿Crees que vengo aquí a asesinarte?



-Nunca se sabe –dijo Khoral con un tono burlón en la voz, seguido de una fruncida de ceño por mi parte- además, como bien te han dicho mis hombres es el protocolo.



-El invitado está limpio.



-Ya era hora. Deberías haberlo pedido con educación. Y ahora haz el favor de apartarte.



-Si señor –dijo el guardia entre dientes-.



Acto seguido dejé la Vindicator M3 encima de la mesa de seguridad de los guardias, aunque no muy convencido. Desde que había entrado tenía la sensación de que alguien quería pegarme un tiro por la espalda. Aun asi, me senté delante de Khoral con

decisión y una mano en la pistola, solo por si acaso.



-Bueno, ahora dejémonos de formalidades. ¿Tienes lo que has venido a traer?



-Claro, sino no estaría aquí. ¿Hablamos de los aranceles, o serás un hombre decente por una vez?



-¡jajaja! Echaba de menos tu humor ácido. A pesar de ser un hombre decente, también tengo que darle de comer a mis hijos.



-Supongo que eso es un no. ¿Cuánto será?



-Yo creo que un 10% del total será suficiente. Mira, no lo tomes como un arancel, tómalo como una comisión. He oído que necesitas dinero para hacer una nueva vida.



-Si… bueno en ese caso acepto el 10%, me parece una buena comisión.



Por supuesto Khoral no sabía a qué precio inicial había comprado la droga, pero esa era una información que tardaría mucho en descubrir… si lo hacía.



-Entonces… ¿Seguro que no hay nada más que quieras pedirme? Recuerda, te puedo conseguir lo que quieras, con la oferta adecuada.



-Bueno, necesitaría también una tripulación que no llamase mucho la atención; y eso en la tierra no lo puedo conseguir ya que serían todos dignatarios ricachones niños de papá.



-Conozco a alguien, pero no te servirá. Ves al Afterlife, el Club en la salida de los hangares y pregunta por Sofía. Ella te conseguirá lo que necesites.



-mmm. ¿Es otro de tus ligues? Si ese es el caso, no creo que quiera tratar con ella –los dos esbozamos una sonrisa de oreja a oreja-



- No, no tranquilo. Podrás confiar en ella cuanto quieras. Ha trabajado para mi y te será de gran ayuda



-Pues creo que dicho esto me despido, Khoral.



-¿No te quedas? Te había preparado una habitación. Tengo un par de encargos, por si necesitas dinero extra…



-No, gracias. Tengo muchas cosas que hacer y sitios a los que ir. Me quedaría con gusto pero no es mi lugar, y lo sabes.



-Lo se, lo se… Bueno, entonces amigo mío; el trato está hecho.



A continuación, Khoral tecleó alguna que otra cifra en su terminal privada para después darme un, lo que me pareció a mí, decisivo apretón de manos. Acto seguido me dio un abrazo como al que se le da a un hermano a punto de entrar en batalla y añadió un: “Amigo mío, te aseguro que nos volveremos a ver”. Al principio me pareció una tontería, pero esas palabras calaron en mi mente como la nieve en la Ciudad Escudo de Nueva York. Mi respuesta fue un rápido y conciso “eso espero, amigo; eso espero”. No se por qué, estaba seguro de que nuestros destino, pese a no estar unidos, estaban entrelazados.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

El Poder de la Fuerza (agujeros negros)

Ricones inexplorados: El trato parte 1

Capitulo 4

La repentina deshermetización de la nave me sorprendió por su crudeza. Justo después de dar un paso dentro de la cabina de despresurización, protocolo necesario antes de salir a un entorno hostil (como podía llegar a ser Omega), pude sentir los agentes químicos penetrando en mi complejo inmunologico. El sistema de descontaminación era relativamente sencillo, sobre todo teniendo en cuenta la modernidad del DarkStar One. El funcionamiento se basaba en la diferencia osmótica de presiones parciales, es decir, la diferencia de presión de la cámara de despresurización con una cámara contigua llena de gases químicos inocuos hace que el lugar con menos presión se llene de los productos de la cámara con más presión, en este caso el depósito de agentes descontaminantes de Dynamic Hellix.


No era un gran amigo de la sensación de ser rociado por agentes químicos, en teoría no nocivos y por un escáner que según dicen afecta al esperma dentro de los testículos dejando estéril después de un cierto número de usos; pero el protocolo militar era muy estricto. “Ley Marcial nº 25 sub apartado 2: los tripulantes de una nave no pueden salir de éstas sin plena autorización de la Agencia de Seguridad y Exploración de la Ciudadela (ASEC). El procedimiento estándar es la descontaminación con Perclorato magnésico 0,0002 %, bicromato de sodio y formaldehido en un 0,05 %, mezclado con vapor de agua en la proporción restante.”


Por lo tanto era imposible zafarse de esa mortífera cámara de químicos y escáneres, a los que la tripulación solían llamar “el sarcófago”.


El escáner duró más de lo que suele durar normalmente, pero aún así no captó ningún tipo de anomalía; como siempre, estaba limpio.


Cargaba conmigo el maletín que iba a significar mi huida de aquel mundo burocratico y hipócrita del que me rodeaba no hace más de dos meses. Pero la decisión fue tan clara como contundente; quería escapar. Pero soy humano, a pesar de todo, no me quise ir sin nada. Bién es cierto que a mi esposa le cedí más de del 70% de mi capital personal y a mis hijas les otorgué la herencia de mi imperio empresarial, que no era precisamente pequeño.

No obstante la decisión ya había sido tomada. Tenía los credenciales de la droga en un maletín de cuero negro, a lo “retro”, en la mano derecha, una armadura de más de 150.000 créditos encima y un fusil de asalto Vindicare M3 como pasaporte por si pasaba algo. Khoral y yo éramos buenos amigos, a raíz del negocio millonario que habíamos hecho. 600 toneladas de droga sintética a 1300 créditos la tonelada.


..-ENTRADA DEL CÓDICE-..
“Crédito galáctico (Cr): con la unificación de las economías mundiales y coloniales, a las que sumamos la participación humana en el mercado alienígena, la necesidad de crear una moneda unitaria y un órgano gubernamental que lo controle se hizo patente nada más entrar en juego. Se dice que los humanos tuvieron poca participación en la creación de esta moneda artificial, ya que fueron los Manor los que, con su gran intelecto y sabiduría en ciencias económicas, tomaron el estandarte de la unificación. El resultado fue que en la mismísima sede del Gobierno Galáctico (situado en el espacio profundo) se construyó el Centro de Respuesta y Control del Crédito (CRCC) presidido por la entidad bancaria más importante de la galaxia: la Manor Interstellar Corp., seguida muy de cerca de “Intereses Unidos por la Economía Humana” con una participación del 32% en total. El uso del crédito no queda restringido a ningún país ni a ningún planeta; es una moneda generalizada. Por supuesto cada planeta y país tiene el derecho de conservar su propia moneda, pero tiene la obligación de presentar el precio tanto en moneda autóctona como en créditos.”


“Señor Salomó, diríjase por favor a la estación de RapidTrans nº 1, que le llevará al club nocturno “The Flux”; allí le espera su contacto impaciente. Recuerde que viene de uno de los mejor planetas de la galaxia conocida y ha llegado a parar a un asteroide que es “tierra de nadie”. Extreme la precaución”


Este fue el mensaje que la asistente de Khoral dejó en mi PDA privada nada más pisar la puerta de atraque. En su tono de voz supe percibir preocupación o presión, así que seguramente estaría llegando tarde. No por eso podría parecer nervioso, si Khoral percibe por algún lado engaño o traición, no dudará en disparar. Y eso suele reducir mucho tu esperanza de vida.


Como me mandaron fui avanzando hacia la estación de RapidTrans más cercana, en este caso la nº1. Por suerte para mi, el palacio de Khoral en Omega era una de las construcciones más importantes del lugar y, por consiguiente, uno de los centros neurálgicos en el “mundo empresarial” dentro de Omega. Quizás por eso Khoral se había hecho tan poderoso, todos los negocios moralmente sucios que perpetraban en Omega pasaban primeramente por sus manos criminales. A razón de esto había llegado a ser uno de los criminales más respetados, pese a ser una paradoja bastante notable.


El palacio de Khoral se caracterizaba por ser una gran mansión vitoriana importada desde la tierra, con los esquemas de construcción robados directamente de un gran museo de Nueva París, en la colonia de Showna [CARTAS ESTELARES DEL TRAVÉS ATICANO, ADQUIRIDOS EN FRONTERAS DE ISHMAR]. No obstante, pese a ser una de las casas más bonitas que había visto en Omega, (que se caracterizaba por contener los módulos de descanso más destartalados de todo el universo) la mugre propia de ese asteroide también se había comido el reluciente esplendor de el mármol artificial de las canteras de el planeta Bismut cercano.


La planta de la Mansión Khoral se basaba en una idea masónica de la arquitectura, es decir, contaba con una estructura de tres niveles, cada uno más complicado que el otro. El primer nivel se basaba en un modelo jónico de construcción, inspirado en los simples templos griegos de dioses menores, como podía ser el templo de Saturno en la antigua roma. El segundo nivel rozaba la estética dórica; un tanto más complicada pero con una tónica bastante parecida a la que lleva su predecesora jónica. El capitolio, como le gusta llamarlo Khoral (con ese aire de superioridad con el que suele describir su propia casa) consta de una clara forma salomónica, con complicados frisos que ribeteaban la linterna coronada por una cúpula renacentista.


-¿Señor Salomo? Soy la secretaria de el señor Khoral, le está esperando en la sala Khoral.


-Gracias…


-Katherine Neville, a su servicio.


La desconfianza por tanta amabilidad había sido una característica adquirida después de comprobar que era una de las virtudes que más brillaban por su ausencia en Omega.


-Perfecto Katherine, si eres tan amable de abrirme la puerta estaré más que agradecido.


-Lo siento señor Salomó, pase pase. Por cierto, tenga cuidado con los guardias. Por favor no les provoque de ninguna manera ya que tampoco soy yo la que tiene autoridad suprema sobre ellos.


Antes de poder contestar por el comunicador la puerta ya estaba abierta y la línea cortada. Había algo de todo aquello que no me daba buena espina. Aun asi, me acicale la armadura todo lo que pude, afiancé la Vidicator M3 a mi espalda -que por suerte no había tenido que usarla en todo el trayecto- y comprobé lo más rápido que pude que todos los credenciales estaban en orden.

Rincones Inexplorados: Llegada a Omega



Capitulo 3: llegada a Omega


El viaje que me llevo a uno de los páramos más desolados de toda la galaxia había durado unas dos semanas, tal y como había calculado la IA Alina tan precisamente. Tengo que admitir que sin la intachable ayuda de ésta llegar a tiempo para el trato hubiese sido un improbable.

En los emporios del Presídium me explicaron a la perfección cual era el mecanismo de funcionamiento de una IA, y la verdad es que no era complicada en extremo, como otros escépticos puedan opinar. El mecanismo en que se basaba el comportamiento de una IA se fundamentaba en un dispositivo electrónico especialmente caro y complicado de hacer llamado “Caja Azul”. Éste dispositivo cuántico era el encargado de dotar a la IA de conciencia, inteligencia adaptativa, personalidad y, si es necesario, un avatar físico (que en el fondo es holográfico) con el que presentarse en nuestro mundo. Siempre es mucho más estimulante hablar con el avatar de una persona que con programa informático caro. La personalidad de Alina (cabe decir que las cajas azules son una tecnología muy nueva y todavía las variables de la personalidad de una IA son aleatorias) era muy cariñosa, servicial, EXTREMADAMENTE inteligente y, por supuesto, con ramificaciones aleatorias. Cuanto una IA la privas de su caja axul se convierte en nada más que un banco de datos sin ningún tipo de utilidad; pero cuando se le es asignada una caja azul diferente a la original la tasa de adaptación suele ser del 20%, es decir, de todas las subrutinas de comportamiento solo el 20% se conservan. Esto deja mucha personalidad “ensombrecida” (como así lo llaman los ingenieros).

“Vectores de aproximación trazados, sr. Salomó”

Perdido en mis pensamientos propios, en la inmensidad de mi nave, no pude oir las advertencias de Alina. No obstante, poco a poco, pude ir escuchando como la voz de la IA se hacía más estridente en el ambiente.

“sr Salomó, es necesario que confirme la identificación de la nave con el embajador de Omega para sea aceptada la asignación de una bahía de atraque”

-Por dios Alina, estamos en Omega; ¿De verdad es esto necesario? Todo el mundo sabe que omega es una estación espacial de piratas sin ningún tipo de autoridad…

-Compruebe, compruebe, aquí estación de control Omega, pidiendo identificación de la nave; si no pretende ceder le recomendamos que de media vuelta o que se prepare para afrontar la defensa planetaria.

“¿QUE HA PASADO AQUÍ?” había transcurrido mucho tiempo desde mi último viaje a Omega, y éste había sido por un tema político con el Prelado de este sector. No me podía creer que en este lugar alguien haya puesto orden.

-Aquí Xavi Salomó, capitán del carguero DarkStar One solicitando permiso para aterrizar; con la petición han sido adjuntados los códigos de atraque necesarios.

-Capitán, veo que no sabe cómo funciona esto…

-Me espera Khoral, y uno de sus contactos.

Me sorprendió mucho en ese momento tener que usar el nombre de Khoral para poder aterrizar, ya que me dijo que solo lo tendría que usar en un caso muy extremo de necesidad. Pero por el contrario, si no hubiese tenido ese recurso ahora tendría que estar de camino a la tierra con las manos vacías y mi “nueva vida” hecha añicos.

Khoral era uno de los señores de la guerra más grandes de Omega. En la tierra le llamaban “Criminal”, en Omega lo llamaban el “Mercader de Venecia”. Este mote nunca supe muy bien a que era debido, pero realmente era un nombre muy pintoresco para una persona que se dedicaba a traficar con muerte y dependencia. Khoral fardaba de ser, lo que llamamos los nobles como nosotros, un nuevo rico. Éstos se dedicaban a despilfarrar su fortuna recientemente adquirida en placeres efímeros, y otro muy pequeño porcentaje en engrandecerla. Contacté con el por qué era uno de los pocos señores que podía regatearme la droga de aquella manera tan exagerada y, a parte, conseguirla tan rápidamente.

-Entendido señor. Tiene permiso para atracar en el puerto 25, cerca de los mercados de Omega. Pase un buen día, Prelado.

Ya no me acostumbraba a que me llamasen por mi estatus social, aunque tampoco me molestaba. Era un vestigio de una era pasada, que rememoraba mis años de más gloria en las oficinas consejalícias en el Presídium. Ya sabía que aquel tiempo ya se había pasado, había habido un renacimiento por mi parte, y había dejado todas mis posesiones terrenales atrás conforme facilitar esta tarea.

El atraque había sido perfecto, como siempre Alina había cumplido las expectativas. Al llegar, pude configurar una imagen a lo lejos de un pequeño destacamento de mercenarios esperando en la plataforma exterior del hangar. Infinitas preguntas me acosaron en ese mismo momento, a la par que un escalofrío muy humano a través de mi columna. “¿Qué quieren? ¿Son subsidiarios de Khoral? ¿SABRÁN LO DE LA DROGA?”. Teniendo en cuenta que llevaba “encima” 600 toneladas de estupefacientes sinteticos la situación se podría poner violenta.

-.. ENTRADA DEl CÓDICE..-

“Omega: Estación espacial conocida en el espacio profundo, en la región del Tavés Aticano, en los sistemas Terminus. Aquella estación fue construida miles de años atrás por piratas, criminales y gente moralmente dispersa. La estructura principal está colocada debajo de una asteroide, llamado “OMEGA R-856” rico en metales pesados como el platino, el iridio; y elementos mucho más ligeros como la bauxita y el telurio. La primera oleada de colonos (mejor dicho, fugitivos) construyó muy desordenadamente la estructura de la estación, y ahora tiene una hipnotizarte forma de medusa planetaria junto con unos colores muy llamativos a causa de los gases emanados de las plantas industriales de ésta. Era bien sabido que en Omega no había ningún gobierno administrativo oficial, ya hace miles de años que no sabe de ninguno. Los grupos de mercenarios que actúan con más normalidad en omega son: Los soles azules, Eclipse y la manada sangrienta, cada uno con un rol dentro de la estación muy determinado.”



“Señor, atraque completado. En la armería de la nave se encuentra su armadura de protección. Le recomiendo que la lleve en todo momento mientras lleva a cabo sus negocios en Omega. Pase un buen día, capitán.”

Después de escuchar aquel aviso de Alina me percaté de que no sería un paseo fácil, ni mucho menos, pero era necesario. Estaba cansado del viaje, con un estado anímico bastante bajo y con el remordimiento de haber abandonado a mí esposa a su suerte llenando mi mente. Como fuese tenía que aclarar mi mente para poder llevar a cabo aquel trato.

Después de configurar la IA para que completase las rutinas de desfragmentación y limpieza de registro en el ordenador central HAL-6000, me dirigí automáticamente a la armería de mi nave, situada en la parte más occidental de la estructura, justo al lado del C.M.C (Centro Militar de Control). En el armario se encontraba una de las armaduras corporales cinéticas más bonitas y caras del mercado negro. Robusta, protectora, pesada e impenetrable; o al menos así me la vendieron. Ponérmela no fue difícil, lo que se me antojó un logro personal teniendo en cuenta que no solía llevar armaduras de combate militares en mi trabajo del día a día.

Con la mayor entereza posible salí de la armería de la nave, situada a 180 metros de la salida más cercana.

Con la exclusa de salida de la DarkStar One preparada para engullirme en un mundo al que no pertenecía, me dispuse a adentrarme en aquel páramo decadente. El valor y la nobleza eran virtudes que allí no tenía ningún valor. Tenía que prepararme para lo que venía, ya que en Omega viviría una de las aventuras más trepidantes de mi vida y a unos respetables 43 años.

martes, 16 de noviembre de 2010

Rincones inexplorados (texto inagural)

Capitulo 1

Xavi Salomó Barrios, día 3114E año-o55. Clase Social: Prelado Dominante. Ocupación actual: comerciante y pirata. Situación actual: desconocida.

No hacía más de 2 años estándar que este viejo comerciante pisaba la Sagrada Terra por última vez en su vida. Tenía muy claro que al comprar esas 600 toneladas de drogas sintéticas no pasaría desapercibido ante los curiosos ojos de policías y piratas. Todos querrían sacar una tajada de un pastel ya demasiado roído por intereses ajenos. Intereses a flor de piel desde el mismo momento que hice un trato con aquel traficante planetario.

Cierto es que la eficacia de los señores de la droga es alabable; no tardaron más de 5 días terrestres en traer la mercancía y tenerla encima de mi mesa. O mejor dicho, en la cubierta de mi nave. Otra cosa sorprendente fue el regateado precio al que sometían sus aranceles. Las 600 toneladas costaron, según el manifesto del día 3103E, 104.657 créditos; pagados por supuesto en moneda autóctona.

La misma tarde en que en mi terminal privada de mi piso en el Presídium, al lado del lago, llegó la confirmación de el pedido preparé unos fondos de emergencia, hice algunas llamadas y me dispuse a partir; para no volver nunca más.

Sabía que mi familia no me echaría de menos, ya que siempre me han considerado una persona sucia, impía y poco honorable. Me acuerdo el día en que mi esposa Roxanne me lo dijo, un día como este. De un modo u otro ya no tendría que preocuparme más, ya que será ella la que se quede con la casa, los hijos y la fortuna familiar. “espero fervientemente que disfrutes de la fortuna familiar para ti sola; quiero que seas feliz como nunca lo has sido conmigo”. Así decía la nota que le dejé, así lo siento de verdad.

Ante mí se cernía un futuro incierto, una nave cara, y 600 toneladas de droga sintética. Aún así me sentía vacío, me sentí más pobre que nunca.

Me dispongo a actualizar la ficha técnica de mi nave comerciante clase M55-847-1123581321.n45 con credenciales número 5, los que otorgan acceso limitado a sistemas burocráticos. También ha sido adjudicada una bahía de atraque Presidential gentileza ANONIMO, registrado como REGALO.

REGISTRO DE VOZ DÍA 3100E

.._REGISTRO ENTRANTE_..

XS: ¿tienes lo que te pedí?

SB: depende, ¿Quién lo pregunta?

XS: Sabes perfectamente quien soy, y lo que soy, y lo que represento. No te conviene jugar a las adivinanzas conmigo.

SB: tranquilízate, tengo lo que buscas y a quien buscas… ¿Quieres que se lo diga a Roxanne?

XS: deja a ella fuera de esto. Aprecio la preocupación y te considero un amigo, pero a partir de ahora tendrás que dejarme tranquilo. Este ya no es sitio para mí.

SB: no digas eso. Hemos hecho muchos negocios juntos. Ya sabes que, si cambias de idea, tendrás siempre una cama y una oficina en mi casa.

SB: te paso los datos del traficante. Prepárate para aflojar mucha pasta.

_..TRANSFERENCIA DE DATOS DETECTADA.._

SB: ¿para que la quieres?

XS: no es asunto tuyo. Pero igualmente, quiero empezar una nueva vida fuera del lujo y el dinero. Pero necesito algo por lo que empezar. Me dirigiré a Omega para tratar con un contacto allí.

_..TRANSFERENCIA DE DATOS COMPLETADA.._

XS: están llegando mi mujer y mis dos hijas, tengo que colgar.

.._LLAMADA FINALIZADA_..



Santiago era un camorrista, asesino, sicario, mafioso y uno de los hombres más ricos de toda la tierra; más incluso que yo. Sus contactos se extendían a través de todo el planeta y de las colonias de Alpha Centauri, sede principal de su empresa en nanotecnología. Nos conocimos varias veces, por así decirlo, ya que en su momento nos intentamos matar a bocajarro por una “amistosa” disputa sobre una civilizada partida de Póker planetario. Decir que era un hombre poderoso era quedarse corto. Contaba con contactos en las más altas esferas de poder humana: desde altos cargos del ejército, Grandes empresarios, Altos Inquisidores y por supuesto importantes políticos, todos ellos deseando lamerle los pies para financiar sus propios caprichos. Santiago sí que se lo había montado bien.

Tras esa reconfortante transmisión me despedí de mi esposa, como de costumbre, para ir “a la cantina” con mis compañeros “de trabajo”. Creo que estaba deseando que me alejase de su vista ya que no presentó objeción alguna a que me retirase de mi propia casa. No obstante la más mayor de mis hijas, la de 15 años; sí sí, esa que se llama como su madre supo desde un principio que algo no iba bien con su padre. Sospechaba algo, seguramente había heredado la suspicacia de su madre.

Con un inesperado malestar en mi cuerpo, crucé la puerta con uno de mis trajes más caros y el pedido de droga en el maletín.

Mi aerocoche, apostado en la bahía privada de mi casa tenía ya el depósito lleno, cortesía de Santiago, que había hablado con Claire el día pasado por petición mía. A saber de que hablaron pero poco importa ya.



Capitulo 2

-Señor Salomó, su carguero esta listo, así como su pedido.


-gracias embajadora. ¿Algo que deba saber?


-no tendrá ningún problema en la salida; las puertas están abiertas para usted. Me he tomado la libertad de añadir la extensión 4556EMC, que le permite sobrepasar los controles de seguridad sin necesidad de siquiera pararse.


-mmm, ¿a quien debo agradecérselo?


-Señor, Don Santiago le manda saludos.


Siquiera me digné a darle las gracias. Las agujas del reloj corrían y yo tenía una cita preparada en un mes con Korhal, señor de la droga en Omega. No me equivoco al pensar que hacerle esperar no era una buena idea.


“bienvenido a la DarkStar One, señor [INTRODUCIR NOMBRE AQUÍ]. Hace un tiempo nebular perfecto para despegar. Introduzca rumbo por favor”

La sorpresa al conocer a la nueva IA de mi nave fue mayor al ver que la organización de los camarotes y el puente estaba reestructurada. No obstante no le di mayor importancia en una primera instancia, no lo vi necesario. Lo único que tenía en mente era salir de la Ciudadela lo antes posible.


Hace relativamente poco instalaron en mi nave, con un coste de 10000 créditos, un nuevo navegador de puente con una función muy interesante: la capacidad de trazar vectores de salto simplemente con una imagen.




















“Señor [INTRODUCIR NOMBRE AQUÍ]-¡me llamo Xavi Salomó! (se escuchó desde la lejanía)- siento molestarle pero la agenda tiene marcada un destino a Omega, en Alpha Centauri, y el viaje estimado es de dos semanas. Por favor, introduzca rumbo.”


Las interrupciones fueron cada vez más acuciantes mientras disfrutaba de mi nuevo camarote de capitán. Pero la IA tenía razón, tenía que trazar el rumbo cuanto antes.

-Alina, ¿estás ahí?- dije con voz ronca- cargo el mapa de navegación en tu base de datos en breve. No me molestes más en 3 horas y prepara el campo de tiro para su uso-añadí, en cierta manera

-Entendido señor Salomó. Un placer servirle.







_..DOS MESES DESPUÉS.._

ENTRADA DE BITÁCORA NUM. 5; USUARIO: CAPITÁN SALOMÓ

“no se que habrá pasado… el rumbo estaba bien trazado y los cálculos bien hechos. Me pasé tres días recalculando los vectores que una IA calcula en diez segundos y todo estaba bien. Estoy fuera de cualquier carta de navegación conocida. La última posición conocida era la puerta del Velo de Perseo. Supongo que ahora estoy en algún lugar con las coordenadas (-9999,????) es lo único que puedo facilitar. Tengo suministros para 8 semanas y una tripulación, que contraté en omega, de 20 personas que están al borde de la insubordinación. No obstante me niego a perder la calma y mientras yo sea el capitán al mando las cosas se harán a mi manera. Cambio y corto.


Diario del comandante

“ante mí se ciernen nubes de incertidumbre, vacíos difícilmente llenados con los llantos de los antiguos. Mi nave de cargamento falla una y otra vez ante el contacto con las más profundas nubes de iones polarizados. ¿Será éste mi final? La vida no es nada. Contrariamente a las Makar, que viven más de 1000 años, nuestra vida se reduce a un grano de arena más en una playa que ya está a punto de estallar.